El papa Francisco, cuyo nombre secular era Jorge Mario Bergoglio, fue el primer pontífice latinoamericano y el primero jesuita, singularidades que quiso reflejar durante sus 12 años de papado y a la hora de su muerte.
Desde principios del siglo XX, todos los papas habían sido enterrados en las grutas bajo la basílica de San Pedro. En su testamento, redactado en 2022, el papa Francisco dejó algunas instrucciones concretas referidas a su entierro.
«Pido que se prepare mi sepulcro en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza de la citada Basílica Papal. El sepulcro debe estar en la tierra; sencillo, sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus», indicó en el documento.
Las Constituciones de la Compañía de Jesús, congregación a la que pertenecía el papa, fueron escritas por san Ignacio de Loyola y no especifican detalles sobre entierros, pero sí establecen tres principios clave: pobreza, humildad y sencillez.
Los jesuitas suelen ser enterrados directamente en la tierra (sin un ataúd lujoso o en estructuras elaboradas) por razones profundamente simbólicas y espirituales, relacionadas con su estilo de vida, sus votos y su visión de la muerte.
El entierro en tierra también podría estar relacionado con el símbolo del regreso al origen: “polvo eres y al polvo volverás”, citado en Génesis 3:19 en la biblia, una representación sencilla y directa de aceptar la condición humana, la temporalidad del cuerpo y la esperanza en la resurrección para una vida eterna, de acuerdo con la explicación publicada en el portal web Infovaticana.
“Me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres», fue una de las frases célebres del papa Francisco, fallecido el pasado lunes a los 88 años y cuyo funeral será mañana, sábado 26 de abril.
Cementerio en Santo Domingo
En el patio de la casa de retiro de la Compañía de Jesús, ubicada en el kilómetro 13 de la carretera Sánchez, cerca del mar Caribe, está el «Cementerio de los Jesuitas«.
En este camposanto, utilizado desde 1938, hay sepultados más de 100 sacerdotes jesuitas.
-
La administración del cementerio está a cargo de la Comunidad de Sacerdotes Ancianos y Enfermos.
Fuente:
diariolibre.com