Las dos semanas que van de la primera a la segunda ronda de negociaciones en Estambul no han apaciguado, sino todo lo contrario, los combates entre rusos y ucranianos, que están aún muy lejos de lograr un arreglo pacífico al conflicto.
Rusia atacó territorio ucraniano con medio millar de drones en la noche del sábado al domingo, el récord desde el principio de la contienda, a lo que Ucrania respondió la víspera con la operación de sabotaje más audaz desde febrero de 2022.
Por primera vez, los drones ucranianos alcanzaron territorio de Siberia gracias a que fueron activados por control remoto en los remolques de camiones de gran tonelaje estacionados en las inmediaciones de aeródromos militares.
El ‘Pearl Harbour‘ de la aviación rusa
Los blogueros rusos no dudaron en calificar lo ocurrido el domingo en cinco aeródromos de la parte europea de Rusia y en Siberia como el ‘Pearl Harbour‘ de la aviación estratégica.
No fue para menos. Según los servicios de seguridad ucranianos, sus drones lograron destruir 41 aviones, el tercio de los bombarderos rusos, en cuatro aeródromos. El Ministerio de Defensa ruso confirmó haber perdido varios aparatos en la siberiana Irkutsk y en Múrmansk.
Según el popular bloguero Rybar, que acusó al ejército de negligencia, Kiev logró alcanzar 13 bombarderos: ocho Tu-95MS, cuatro Tu-22M y un An-12.
«Es una trágica pérdida para toda la flota aérea rusa», escribió en Telegram.
Los analistas ucranianos comparan el éxito de la operación con el hundimiento del crucero Moskvá, el buque insignia de la Flota del Mar Negro, en el primer año de la guerra.
Además, los blogueros rusos recuerdan que la nueva doctrina nuclear rusa contempla el empleo de armas nucleares en caso de ataque masivo de drones contra territorio nacional.
La franja de seguridad rusa
Poco después de la reunión de Estambul, el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció que había tomado la decisión política de crear una zona de seguridad en la frontera con Ucrania.
Esa franja, que busca alejar a la artillería ucraniana, debería incluir el territorio de las regiones rusas de Kursk, Bélgorod y Briansk, pero también el de las ucranianas de Sumi y Járkov.
Las tropas rusas han tomado seis localidades en Sumi en los últimos diez días sin que el ejército ucraniano haya logrado frenar su avance tampoco en la vecina Járkov.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, estimó en 50,000 el número de solados concentrados por el Kremlin al norte de Sumi, cuya capital se encuentra a poco más de 300 kilómetros de Kiev.
Mientras, los drones de ala fija siguen haciendo estragos en ambos países, una batalla aérea en la que los ucranianos parecen llevar ventaja, ya que les permite ahorrar bajas en medio de una crónica carestía de hombres.
Posiciones irreconciliables
Además, Moscú y Kiev no han logrado ponerse de acuerdo ni siquiera a la hora de intercambiarse de antemano los memorándums de arreglo y la lista de condiciones para un alto el fuego.
Ucrania envió las condiciones, entre las que figura, según las filtraciones a la prensa, un alto el fuego incondicional por tierra, mar y aire, y medidas de confianza como el canje de todos los prisioneros de guerra y el retorno de todos los niños trasladados a Rusia, lo que motivó la expedición de una orden internacional de arresto contra Putin.
Kiev también exige garantías de seguridad, se niega a ser neutral -puede ingresar en la OTAN si existe un consenso en el bloque- y descarta la imposición de límites al tamaño de su ejército, líneas rojas para el Kremlin.
A su vez, admite la posibilidad de que se levanten las sanciones internacionales contra Moscú, aunque sólo de manera gradual, mientras los activos congelados rusos en Occidente se utilizarán para la reconstrucción de Ucrania.
Mientras, Rusia mantiene sus propuestas en secreto y sólo las expondrá una vez arranque hoy la reunión en la ciudad turca.
Moscú, según las filtraciones a la prensa, exige que la OTAN se comprometa por escrito a no expandirse hacia las fronteras rusas, es decir, renunciar a admitir en su seno a Ucrania, Georgia y Moldavia.
El embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, aseguró que son condiciones indispensables para un cese de las hostilidades que Occidente suspenda los suministros de armas y que Kiev cese la movilización de nuevos soldados.
«Si es necesario, vamos a continuar luchando tanto como haga falta», advirtió el viernes ante el Consejo de Seguridad.
Fuente:
diariolibre.com