En un entorno regional y global marcado por la desaceleración económica y la incertidumbre financiera, República Dominicana ha logrado avanzar posiciones en el más reciente Índice de Prosperidad, situándose entre las cinco economías más prósperas de América Latina y el Caribe.
El país ocupa el quinto lugar entre 23 naciones de la región, con una puntuación de 37.4 sobre 100, según el índice elaborado con datos del Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Solo Chile, Uruguay, Panamá y Argentina superan a República Dominicana, que aparece por encima de economías mayores como Brasil, Colombia, El Salvador y Costa Rica.
El informe destaca los avances dominicanos en crecimiento económico y reducción de la pobreza monetaria. Estos resultados reflejan el buen desempeño de dos de los principales motores de la economía nacional: el turismo y las remesas.
Gasto público de capital, inversión privada y crecimiento económico
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En los primeros cuatro meses de 2025, el país recibió 4.3 millones de visitantes, cifra que supera ampliamente los registros prepandemia. Solo en abril, llegaron más de un millón de turistas, convirtiéndose en el mejor mes de la historia para el sector. Actualmente, el turismo aporta más del 15 % del Producto Interno Bruto (PIB) y ha sido responsable de cerca del 40 % del crecimiento económico de los últimos años, según datos oficiales.
Papel de las remesas
Por su parte, las remesas continúan desempeñando un papel clave en el sostenimiento del consumo interno. En 2024, los envíos de los dominicanos residentes en el exterior superaron los 10,000 millones de dólares, constituyéndose en un soporte fundamental para millones de hogares.
Este desempeño contrasta con el panorama regional. Las proyecciones de crecimiento económico para América Latina en 2025 se sitúan en torno al 2 %, de acuerdo con los últimos informes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Las principales economías de la región enfrentan debilidad en la inversión, moderación en el comercio y riesgos crecientes por las tensiones comerciales globales y la volatilidad financiera.
- A nivel mundial, el FMI prevé un crecimiento de apenas 2.8 % en 2025, el nivel más bajo fuera de períodos de recesión desde la crisis financiera de 2008. Las disputas arancelarias, especialmente las impulsadas por Estados Unidos, continúan afectando las cadenas de suministro y complican la recuperación de las economías emergentes.
Pese a las complejidades del entorno internacional, República Dominicana mantiene un crecimiento sólido y una economía dinámica. Sin embargo, expertos advierten que, para sostener este ritmo en el mediano plazo, será necesario diversificar aún más la base productiva, fortalecer la institucionalidad y mejorar la calidad de los servicios públicos, especialmente en educación, salud e infraestructura.
Dentro del citado Índice de Prosperidad, solo Chile, Uruguay y Argentina superan a la República Dominicana. Luego de los dominicanos, el listado queda completado por naciones como Brasil, Colombia, El Salvador y Costa Rica. El turismo y las remesas contribuyen principalmente a posicionar al país.
Fuente:
diariolibre.com