Investigadores de las universidades Autónoma de Santo Domingo (UASD) y Nacional Pedro Henríquez Ureña (Unphu) desarrollan un proyecto en el que plantean usar el sargazo para la construcción de estructuras flotantes utilizadas por pescadores, con el fin de facilitar la captura de peces, como una forma de hacer frente a la proliferación del alga.
“Esto es simplemente como un punto en un mapa para ver cómo podemos utilizar el sargazo (…) un potencial para una tecnología verde”, señaló Yira Rodríguez, investigadora principal y parte del equipo del Centro de Investigaciones de Biología Marina Idelisa Bonnelly de Calventi, al presentar el proyecto Pesquerías Asociadas a Dispositivos o Balsas de Sargazo para Agregaciones de Peces (DSAP).
Al explicar la base teórica que motivó la iniciativa, Rodríguez sostuvo que se ha determinado que “las masas de sargazo sirven para atraer diversidad de especies, tanto peces como invertebrados, tortugas y mamíferos”.
Añadió que los Dispositivos de Agregación de Peces, o FAD por sus siglas en inglés, son utilizados por los pescadores de República Dominicana, uno de los 23 países del Caribe que emplean estas estructuras, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La investigadora sostuvo que los pescadores locales usan plásticos, hojas de palma, bambú, entre otros materiales, para su construcción, la cual puede costar entre 50,000 y 70,000 pesos.
Entre los objetivos del proyecto, la especialista citó evaluar las pesquerías asociadas a balsas de sargazo y comparar la efectividad de estos dispositivos con los convencionales empleados por los pescadores.
¿Cómo funcionan los dispositivos?
Los FAD son flotadores que se anclan al fondo marino a través de un sistema y están diseñados para atraer a los peces, que usan las balsas como refugio. Rodríguez señaló que estas estructuras también forman un hábitat para las especies marinas que allí se congregan.
En el caso del proyecto, la investigadora indicó que se usará como piloto la localidad Los Negros, del distrito municipal Puerto Viejo, en Azua, debido a que allí existe una cooperativa en la que los pescadores utilizan estos dispositivos en sus actividades.
Sostuvo que las balsas se instalarán a 20 millas de la playa Las Caobitas, a una profundidad que oscila entre 700 y 1,000 brazas. “Aunque hay dispositivos de atracción de peces que son a la deriva, las balsas van a estar ancladas, muy similares a las que tienen los pescadores, porque nuestra idea es comparar las pesquerías en ambos dispositivos”, señaló.
¿Hay impacto ambiental?
La contaminación plástica es una de las desventajas citadas a nivel internacional al hablar de las estructuras convencionales, debido a que, cuando se rompe la balsa, el plástico queda en el fondo marino.
Respecto a este aspecto, Yira Rodríguez indicó que existe la posibilidad de que este mismo escenario se observe en las balsas de sargazo. “Eventualmente, al romperse la balsa, la masa de alga llegaría a las costas, a menos que nos demos cuenta y podamos reparar el daño”, indicó.
Durante la presentación del proyecto, una de las interrogantes surgidas fue si las balsas impactarían el sistema ecológico de la zona. La investigadora principal señaló que las balsas estarán lejos de la costa y recordó que los pescadores colocan las estructuras lejos de la zona arrecifal para capturar peces pelágicos, que usualmente nadan a una distancia mayor de los arrecifes.
Retos y limitaciones
Rodríguez dijo que el reto que enfrentarán es la construcción de las balsas, que conlleva el uso de redes y atrapar el sargazo antes de que llegue a la costa. Agregó que, posteriormente, anclarán el alga usando barras de cemento en forma de cruz, similares a las estructuras que usan los pescadores.
La investigadora explicó que los posibles cambios que surjan con la cantidad de sargazo que llegue a la zona del piloto son una de las limitaciones que podría enfrentar el proyecto. Ante esta posibilidad, indicó que, como “plan B”, optarían por trasladarse a una zona con mayor impacto del alga.
¿Una alternativa industrial?
Uno de los obstáculos que enfrentan los sectores que buscan soluciones ante la llegada masiva del sargazo es identificar proyectos que permitan darle un uso al alga a nivel industrial.
Al consultar a Rodríguez sobre si podría ser un proyecto a nivel macro, señaló: “Nos gustaría que fuera una alternativa para utilizar el sargazo y que puedan usarlo los pescadores, que es lo más importante. Pero esto todavía está basado en teoría; ahora es que se probará”.
El proyecto fue presentado el pasado martes, junto a otras 20 iniciativas de la UASD aprobadas para acceder al Fondo Nacional de Innovación y Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondocyt), en el Primer Seminario de Investigación de Proyectos UASD-FONDOCYT.
Fuente:
diariolibre.com