Las leyes dominicanas son claras: los menores de edad no están en capacidad de dar su consentimiento para tener relaciones.
Por eso, un adulto que sostiene relaciones sexuales con una persona menor de 18 años, se convierte en reo de abuso sexual, un delito descrito en el artículo 331 del Código Penal Dominicano.
No obstante, en el país el embarazo adolescente cuenta con una complicidad implícita. Miles de menores de edad son víctimas de violaciones que no son reportadas al Ministerio Público, aun cuando existe un protocolo de manejo para perseguir al agresor.
Según datos del Consejo Nacional de la Niñez, una de cada cinco menores de edad en RD está embarazada o ya tiene al menos un hijo. La edad promedio de los padres de esas crías es de 25 años. Estos no son sometidos a procesos legales por abuso sexual de menores.
Diario Libre realizó una serie de visitas a maternidades del Gran Santo Domingo para constatar qué pasa con las menores de edad y esto fue lo que encontró.
Desde su primera visita a la Maternidad de Los Mina, Laura (nombre ficticio) una adolescente embarazada, fue referida al departamento de psicología. Recuerda que la especialista le hizo varias preguntas. “Me preguntó dónde vivo, si estoy casada, cómo me llevo con mi familia y si mi embarazo fue forzado”, relató.
Aun con pocas consultas realizadas, apenas dos, Melisa (nombre ficticio), otra menor gestante, también fue evaluada por la psicóloga desde el día que puso un pie en el centro. Esta le hizo una serie de preguntas con respecto a su embarazo.
Melisa estaba acompañada por su abuela, quien confirmó que la adolescente no solo fue vista por una especialista en salud mental, sino que también fue referida a consulta con un nutriólogo.
Las menores revelaron que en los centros de salud donde reciben atención, les realizan una serie de preguntas que abarcan el entorno familiar y la relación que llevó al embarazo.
A pesar de las limitaciones, los hospitales públicos del país cuentan con políticas específicas para atender a los pacientes, en especial a las embarazadas, de entre 10 y 18 años.
La doctora Santa Pérez, encargada de la Unidad de Adolescentes de la Maternidad La Altagracia, explicó que el centro mantiene una comunicación fluida con el Ministerio de Salud para garantizar una atención integral y adecuada a las menores en estado de gestación.
Según la especialista, “mensualmente todas las unidades de atención integral del Adolescente tenemos que pasarle la productividad. No solo embarazos, sino todo lo que se le hace al adolescente, consultas ginecológicas (primera vez y subsecuentes), cuántas se planificaron, las que son víctimas de violencia se hace denuncia inmediata a través del Ministerio”.
“Todo lo que es materno infantil, circula la comunicación fluida, mensualmente ellos saben y es bueno, la obligatoriedad para nosotros reportar todo”, sostuvo.
En caso de recibir una paciente adolescente embarazada, se activa de inmediato un protocolo especializado: la joven es derivada directamente a la Unidad de Adolescentes, donde recibe consejería, atención obstétrica, evaluación psicológica, referida a nutrición y seguimiento de cualquier patología detectada. “Es un manejo integral por varias disciplinas”, afirmó la doctora Pérez.
Para las menores de 15 años, el protocolo incluye una evaluación específica para determinar si el embarazo es resultado de violencia. En estos casos, se considera que “toda situación de embarazo en menor de edad se considera violencia”, y se pone en marcha “una ruta” que obliga a denunciar ante la Fiscalía.
“Si son víctimas de violencia, se hace la denuncia inmediatamente a través del Ministerio. Muchas veces la niña permanece en el hospital por protección, y coordinamos con la Fiscalía una casa de acogida”, explicó Pérez. “Mientras tanto, nuestra prioridad es proveer atención médica y apoyo psicológico continuo”.
Las planifican
Según la especialista, “mensualmente todas las unidades de atención integral del Adolescente tenemos que pasarle la productividad (al ministerio de Salud).
No solo embarazos, sino todo lo que se le hace a la adolescente, consultas ginecológicas (primera vez y subsecuentes), cuántas se planificaron, las que son víctimas de violencia se hace denuncia inmediata a través del Ministerio Público”.
“Todo lo que es materno infantil, circula la comunicación fluida, mensualmente ellos saben y es bueno, nosotros tenemos que reportar todo”.
De acuerdo con la especialista, durante los primeros seis meses de 2025, el Hospital Docente Universitario Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia “atendió a 2,412 pacientes embarazadas, de las cuales 339 eran casos nuevos, es decir, atendidas por primera vez, y de estas, 33 correspondían a niñas menores de 15 años”. Mientras tanto, la doctora Luz Fermín, encargada del Departamento Adolescentes del Servicio Nacional de Salud, explicó que cuando una adolescente embarazada acude a uno de los servicios de la Red Pública “se hace su historial clínico y psicosocial”.
Asistencia a embarazadas
De acuerdo con la especialista, durante los primeros seis meses de 2025, el Hospital Universitario Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia “atendió a 2,412 pacientes embarazadas, de las cuales 339 eran casos nuevos, es decir, atendidas por primera vez, y de estas, 33 correspondían a niñas menores de 15 años”.
Mientras tanto, la doctora Luz Fermín, encargada del Departamento Adolescentes del Servicio Nacional de Salud (SNS), explicó que cuando una adolescente embarazada acude a uno de los servicios de la Red Pública «se hace su historial clínico y psicosocial».
Confirmó que, si la paciente está bajo una unión libre con un adulto mayor de cinco años que ella, se hace la denuncia, se envía a Trabajo Social para que active la Ruta Crítica de Violencia.
Asimismo, detalló que si es con un menor de edad o si es una relación consensuada, «se evalúa el caso, y se le da su seguimiento y chequeos prenatales».
Fuente:
diariolibre.com