El matrimonio ha dejado de ser un vínculo inquebrantable para convertirse en una unión cada vez más sensible a la ruptura. Así lo reflejan los datos del Observatorio del Sistema Nacional del Registro Civil (Onarec), de la Junta Central Electoral (JCE), que reportan 922,370 matrimonios y 424,390 divorcios registrados en las últimas dos décadas.
Estos datos equivalen a un divorcio por cada 2.17 matrimonios, siendo el mutuo consentimiento y la incompatibilidad de caracteres las principales causas.
Desde el punto de vista del sociólogo Cándido Mercedes, el aumento en las rupturas matrimoniales se debe a la velocidad del cambio, la alta tecnología y la estabilidad económica.
El matrimonio, como fenómeno social, no escapa a la velocidad con la que todo está cambiando: el trabajo, la tecnología y la forma en que las personas se relacionan. “Estamos en presencia del cambio de época y de una época de cambio”, dijo Mercedes.
La crisis no es el matrimonio
Para el académico, la crisis no es del matrimonio, sino del modelo tradicional que ya no se adapta a una sociedad en transformación. Como ejemplo citó el crecimiento de la independencia económica de la mujer, que ha reducido la dependencia de muchas esposas de sus parejas.
Asimismo, indicó que la dinámica económica, social y cultural, cambia la relación de pareja: “antes, la mujer se quedaba, aunque el hombre tuviera hijos fuera del matrimonio. Hoy, como ya no depende económicamente, puede decidir irse si siente que la relación no contribuye a su crecimiento personal”, puntualizó.
Agregó que el concepto de familia se ha transformado. “Ya la familia no es nuclear. El 36 % de la familia dominicana es monoparental, dirigida por la mujer. Si sumas que hay hombres que tienen los hijos entre los hombres, las mujeres y los abuelos, el 46 % hogares no están la mamá y el papá juntos”, señaló.
Código Penal
Mercedes señaló el estudio del nuevo Código Penal y recordó que: “en todas las partes donde está el ser humano, la mujer está demostrando que ella es exactamente igual que el hombre”.
Destacando que, debido a esto, “todo el que tiene sensibilidad social repudia de manera significativa ese Código que estaba aprobando el Senado, porque es un Código visceralmente machista contra las mujeres”.
El papel de la tecnología
El sociólogo destacó el papel que juega la tecnología en el aumento de rupturas matrimoniales: “la más grande revolución social, cultural que haya conocido la humanidad desde el 90 para acá es el Internet”.
Afirmando que la digitalización ha cambiado no solo la forma de comunicarse, sino el vínculo emocional entre las parejas, debido a la inmediatez. “Es una revolución enorme”, destacó.
“Ese es el mundo en que vivimos, por lo que la relación ha ido cambiando”, y agregó que, en este ciclo histórico en que vive la humanidad, es necesario “mantener parte de la vida moderna junto con parte de la vida posmoderna”.
Respecto a los valores, sostuvo que la humanidad se encuentra atrapada entre “los valores de la sociedad moderna que no acaban de desaparecer” y “los valores de la sociedad posmoderna que no acaban de aparecer”, lo que, a su juicio, “genera crisis en la relación”.
“Proyectos de vida conjuntos”
Mercedes abogó por que las actuales relaciones se construyan sobre proyectos de vida compartidos, no solo sobre la pasión inicial, que —estimó— solo dura aproximadamente dos años.
“Hoy la relación entre hombre y mujer es más simétrica. Y cuando esa simetría se rompe, cuando uno deja de crecer al ritmo del otro, la separación es más probable”, indicó.
“Tienen que añadir proyecto de vida conjunto y crecer juntos para que no haya una separación emocional, porque ya ahí se rompió el matrimonio. Si no, pueden estar físicamente juntos, pero emocionalmente separados, y ese es el peso fundamental”, explicó.
El divorcio es natural
Mercedes explicó que, aunque solo 1 de cada 2.17 matrimonios termina en divorcio, “no es tanto la alarma”, pues “es natural hoy en día”. Señaló que las mujeres hoy tienen más derechos.
Destacó que el 43 % de las mujeres están trabajando, aunque aún enfrentan discriminación —ganan menos que los hombres y tienen menor acceso a empleos— pero comparado con los años 80, cuando muy pocas trabajaban fuera del hogar, el cambio es evidente.
Agregó que el matrimonio es un proyecto donde entran en juego dimensiones emocionales, psicológicas y espirituales, “por eso es tan complejo”.
Fuente:
diariolibre.com