Los hechos violentos parecen no tener fin. A veces, basta con una palabra mal dicha, una mirada o hasta una bofetada, para que lo que comenzó como una celebración o reunión termine en tragedia, enlutando a familias y marcando una sociedad.
El incidente más reciente ocurrió en la mañana del jueves 31 de julio, en el restaurante MG Kitchen, ubicado en la avenida Gustavo Mejía Ricart, en el Distrito Nacional. Alexander Pilier, de 30 años, perdió la vida y Willar Castro Collado, de 23 años, resultó herido.
El fallecido habría acudido al establecimiento luego de asistir al concierto del artista Anuel AA. Un día que sería de música y diversión para Pilier, terminó horas después en su muerte en un hecho sangriento.
Por este caso está acusado José Alexander de los Santos, alias “Alex Paquete” o “Alex Papeleta”, señalado como el presunto autor. Según su versión, él se encontraba en el lugar compartiendo con amistades cuando una de las víctimas se le acercó y lo abofeteó delante de todos.
“Yo estaba compartiendo tranquilo con mis amistades, me dio un galletón vacanísimo, me hizo pasar una vergüenza de pinga, yo reaccioné. Son cosas que pasan en el momento y nadie lo quiere”, declaró a periodistas mientras era conducido al Palacio de la Policía por miembros de esa institución. El Ministerio Público solicitó este viernes prisión preventiva para él como medida de coerción.
En un hecho anterior, el 26 de septiembre de 2022, el restaurante MG Kitchen también fue escenario de otro hecho violento.
En esa ocasión, Edwin José Mejía Santana, identificado como propietario de la discoteca La Santa, ubicada en Santo Domingo Este, murió en un tiroteo. En el suceso, también resultaron heridos Joel Torres Ozuna, de 44 años, y Jesús María Cruz Herrera, de 39, este último señalado como socio de La Santa.
Un cumpleaños que terminó en tragedia
La música todavía sonaba cuando cayeron los disparos. Era la noche del 16 de febrero de 2023. Joshua Omar Fernández acudió con sus amigos a la discoteca-bar Kiss, del sector Naco del Distrito Nacional, para celebrar su cumpleaños número 19, sin saber que su vida sería segada por una bala.
El hecho ocurrió en medio de un atraco en el parqueo del establecimiento y consternó a toda la sociedad dominicana.
Por este caso, Wesly Vincent Carmona, alias “el Dotolcito” —hijo del comunicador Vincent Carmona “el Dotol Nastra”— fue sentenciado a 15 años de prisión.
Alison de Jesús Pérez Mejía, alias “Chiquito”, recibió una condena de 30 años, tras ser hallado culpable de homicidio voluntario y Luis Brito Troncoso, alias “Luisito”, fue sentenciado a 20 años de por robo agravado, uso ilegal de arma de fuego y asociación de malhechores.
Otros casos
El 1 de febrero de 2025, otra celebración terminó en tiroteo durante una presentación del cantante urbano Omega “El Fuerte” en la discoteca Coco Bongo Dance Club, en Barahona. El incidente dejó cuatro personas heridas, entre ellas a Cristopher Mesa Moreta (Pipo), Junior Vólquez Santana, Miguel Antonio Alcántara y Edgar Milcíades Díaz Reyes.
El presunto autor del tiroteo fue señalado como Robin Xavier Féliz Segura.
La madrugada del 21 de julio de 2025, en las inmediaciones del centro de diversión La Villana, en Puerto Plata, también ocurrió otro hecho sangriento. Un hombre identificado como Reimon Emilio Castillo, de 34 años, conocido como DJ Raymond, resultó muerto, y Shakira Morel Lorenzo, de 20 años, fue herida.
En marzo de 2024, una fiesta encabezada por el artista urbano Aderly Ramírez Oviedo, conocido como Rochy RD, culminó en disturbios que incluyeron disparos al aire y botellazos.
El hecho ocurrió en la discoteca Luxury Grand Stage en Jarabacoa, cuando el artista sostuvo una discusión con un hombre del público, lo que desencadenó un forcejeo con su equipo de seguridad y concluyó en un tiroteo.
Aunque no se reportaron heridos, el Ministerio Público de La Vega, representado por la fiscal Aura Luz García, ordenó el cierre temporal del establecimiento a través del programa de Control de Bebidas Alcohólicas (COBA), como medida para profundizar la investigación.
Existen factores ya sean emocionales o sociales que inciden en que una simple discusión o actividad culmine en tragedia y con el uso de armas de fuego.
Según explicó Angelina Sosa, psicóloga clínica y directora del Instituto de Salud Mental y Telepsicología, las capacidades internas de una persona para manejar conflictos juegan un papel fundamental en este tipo de situaciones, así como la falta de tolerancia o de tomar decisiones acertadas en momentos difíciles.
A esto se suman condiciones como el estrés que llevan a respuestas impulsivas.
Sosa también advirtió que muchos de los episodios violentos se producen por el consumo de alcohol, drogas o la disponibilidad de armas de fuego.
“Cuando una persona está bajo los efectos de alguna sustancia, su capacidad para discernir, controlar sus emociones y actuar de manera racional se ve alterada. Eso nos llama a tomar medidas preventivas más serias”, añadió.
Fuente:
diariolibre.com