El rayo en Manoguayabo que dejó luto y silencio

La tarde del sábado parecía una más en el sector Palavé, en Manoguayabo, Santo Domingo Oeste. Sin embargo, lo que comenzó como una lluvia pasajera terminó en tragedia, dejando luto en tres familias que hoy intentan asimilar lo impensable: la pérdida de sus hijos. La comunidad entera, en silencio, acompaña su dolor.

En medio del aguacero, tres niños salieron a jugar al play del barrio, como solían hacerlo cada vez que llovía. Era parte de la rutina, una tradición inocente. No sabían que esa costumbre se convertiría en su última.

Un relámpago cayó repentinamente sobre el terreno. Allí se encontraban Yelian de los Santos, de 13 años, y otros dos niños del vecindario.

Uno de ellos falleció en el acto. Otro fue trasladado a un centro de salud, donde permanece ingresado, en estado delicado. Yelian, aún con signos vitales, fue hallado por Gregory Alejandro Asensio, un vecino que presenció el momento del impacto y corrió a socorrerlo, pero finalmente falleció.

“Yo estaba parado en la ventana de mi casa y vi cuando ese rayo inmenso bajó. Uno cayó muerto al instante, otro fue lanzado con fuerza, y el tercero todavía se movía. Fui a ayudarlo porque veía que abría y cerraba la boca… hice de todo para salvarlo, pero se me murió en las manos”, relató, visiblemente afectado, a Diario Libre.

“Un pedazo del alma se fue con él”

Horas después, el cortejo fúnebre llegó a la casa de Luz García, madre de Yelian. La escena fue desgarradora. Entre lágrimas, recibió el cuerpo de su hijo, al que describió como un niño noble, cariñoso y lleno de sueños.

“Un hijo es el alma de uno… y cuando se va, se va un pedazo del alma también”, expresó con voz quebrada.

  • Los restos de Yelian fueron velados en una iglesia de la comunidad. Vecinos, amigos y familiares se congregaron para brindar consuelo, aunque saben que no hay palabras que puedan aliviar una pérdida así. Solo queda el acompañamiento, el silencio y la presencia.

Otra familia rota

Yeurys Charles, también de 13 años, fue otra de las víctimas mortales del rayo. Según narró su hermana Berusa, salió de su casa tras ser invitado por un amigo a jugar bajo la lluvia. Poco después, la noticia devastadora llegó a la familia: Yeurys no volvería.

La comunidad recuerda a ambos niños como estudiantes ejemplares y amantes del deporte. Su partida repentina ha dejado una herida difícil de cerrar.

Una esperanza

El tercer niño impactado aún permanece ingresado en el Hospital Pediátrico Dr. Robert Reid Cabral. Aunque su identidad no ha sido revelada, se sabe que presenta quemaduras graves provocadas por la descarga eléctrica. Su pronóstico es reservado.

El silencio que duele

En Palavé, el dolor se respira. No hay gritos, ni protestas. Solo silencio. Un silencio que acompaña y que dice más que cualquier palabra. 

Fuente:

diariolibre.com

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By Jose Diaz

Soy José Díaz, apasionado por las noticias digitales y siempre en busca de las últimas tendencias e innovaciones en el mundo de la información. Mi interés se centra en analizar y compartir contenido de actualidad, manteniéndome al tanto de lo que sucede en el entorno digital y global.

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