El cierre temporal del puente flotante sobre el río Ozama, que conecta Santo Domingo Este con el Distrito Nacional, generó este lunes un colapso del tránsito en las principales vías de acceso a la capital desde el municipio oriental, afectando a miles de conductores en la hora pico matutina.
El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) mantiene cerrado el paso desde el sábado 9 hasta el miércoles 13 de agosto al mediodía, como parte de trabajos de mantenimiento preventivo.
La medida, aunque previamente anunciada, ha provocado largas filas de vehículos que se extienden por varios kilómetros en las avenidas España, Venezuela, Las Américas y en el corredor de la Avenida San Vicente de Paúl.
Rutas alternas
Los conductores que habitualmente utilizan el puente flotante han sido redirigidos a las demás conexiones entre Santo Domingo Este y el Distrito Nacional: el puente Juan Pablo Duarte, el puente Ramón Matías Mella y el puente Juan Bosch.
Sin embargo, la alta demanda de estas vías ha llevado a un rápido colapso, con tiempos de desplazamiento que superan la hora y media para recorrer tramos que en condiciones normales toman 20 minutos.
Reportes en tiempo real de Waze y Google Maps muestran congestión en todos los accesos a estos puentes, marcada con tramos en rojo intenso. En algunos sectores como Villa Duarte y Los Mameyes, la circulación se redujo prácticamente a paso de peatón desde las 6:30 de la mañana.
El transporte público, especialmente las rutas de autobuses y minibuses que cruzan diariamente hacia el Distrito Nacional, también se ha visto seriamente afectado. Usuarios reportan esperas de más de 40 minutos para abordar y un aumento en el precio del pasaje en algunas rutas, debido al tiempo extra que deben invertir los choferes.
Los camiones de carga que se dirigen al puerto de Santo Domingo desde la zona oriental han sufrido retrasos significativos, obligando a algunos transportistas a reprogramar entregas y descargas.
Conductores y pasajeros consultados en distintos puntos de Santo Domingo Este han mostrado su frustración, no solo por el cierre, sino por la falta de medidas adicionales para agilizar la circulación.
“Yo salí de mi casa en Alma Rosa a las 6:00 de la mañana y todavía a las 8:15 estaba en la rotonda de Villa Duarte. Esto es inhumano”, relató Rafael Martínez, empleado bancario.
Fuente:
diariolibre.com