Con el inicio del año escolar a la vuelta de la esquina, las familias deben prepararse para un gasto que puede superar los 20,000 pesos por estudiante solo en libros y útiles, sin contar inscripción y uniformes, según estimaciones.
Tomando en cuenta listas escolares del año lectivo 2025-2026, para un estudiante de cuarto de primaria de un colegio de gama media, se debe disponer de entre 2,500 a 7,400 pesos para insumos que van desde lápices y gomas de borrar hasta mochilas.
Este presupuesto puede aumentar con la compra de los libros, los cuales en los lugares más económicos cuestan alrededor de 2,065 pesos nuevos y hasta 1,200 pesos usados, tratándose de asignaturas básicas como Español, Matemáticas, Sociales y Ciencias Naturales. Por tanto, el presupuesto estimado para este nivel escolar sería de 8,693 a 19,376 pesos.
“Para cómo está la situación, yo veo los precios razonables; además, vine a aprovechar las ofertas de la tarjeta”, expresó Elizabeth Jiménez, una madre que se encontraba comprando útiles escolares durante un recorrido de Diario Libre por tiendas locales.
Jiménez tiene dos hijos en edad escolar y prevé gastar cerca de 8,000 pesos en cada uno, sin contar los materiales didácticos, pero consideró que es un gasto “plausible” comparado con años anteriores.
En el caso de los estudiantes de secundaria, que usan menos materiales de papelería, el presupuesto para los escolares puede ascender a 5,700 pesos. Si se toman en cuenta los libros, puede incrementarse hasta los 11,695 o incluso 16,520 pesos.
Dependiendo del grado y el centro educativo, la lista escolar incluye obras literarias, caligrafías, biblias, libros de idiomas y humanidades.
Geraldine Matos, otra madre, comentó que encontró buenos precios gracias a los descuentos en una tienda local y estimó que gastará alrededor de 40,000 pesos por sus dos hijos, sumando solo útiles y libros.
La lista que el colegio envió a otro padre para sus hijos que cursarán el tercero de secundaria y cuarto de primaria ronda entre los 19,000 y 20,000 pesos, respectivamente.
Sector público
En contraste, los estudiantes del sector educativo público reciben uniformes, mochilas, algunos cuadernos y los libros, por lo que los útiles adicionales corresponderían a materiales como lápices, gomas de borras y zacapuntas. Adicionalmente, reciben un bono monetario de 1,000 pesos anuales.
El negocio de los libros
Un negocio tradicional relacionado con los libros escolares es el intercambio. Vendedores informales del Paseo Comercial de la Duarte ofrecen a los padres la opción de entregar los materiales didácticos usados de años anteriores para canjearlos por los nuevos, con un aporte adicional que va de 500 a 600 pesos.
Según estos vendedores, esta modalidad resulta más conveniente para los padres, ya que cada año gastarían menos en libros, mientras que para ellos representa una mayor ganancia al poder vender el libro usado posteriormente junto con el pago adicional.
No obstante, los cuadernillos de trabajo no aplican para este canje, debido a que son materiales didácticos que el estudiante debe completar, por lo que no pueden ser reutilizados.
La inflación en educación
Aunque algunos padres consideran que los precios de los materiales educativos son razonables, la realidad económica indica que el gasto en educación ha sufrido una inflación del 5.46 % en el último año, la tercera más alta, solo superada por la inflación en bebidas alcohólicas y tabaco (5.90 %) y en bienes y servicios diversos (5.53 %), según datos del Banco Central.
Además, en los últimos cinco años, el período comprendido entre junio de 2022 y junio de 2023 registró la inflación más alta en el sector educativo, alcanzando un 7.92 %.
Publicidad engañosa
El Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor) informó ayer que mantiene un proceso de vigilancia y supervisión en comercios que venden útiles escolares, con el objetivo de prevenir la publicidad engañosa.
El director ejecutivo de la entidad, Eddy Alcántara, explicó que esos operativos buscan que las ofertas cumplan con la veracidad y transparencia requeridas por la Ley 3658-05 y garantizar que los productos vendidos cumplan con las características anunciadas.
Advirtió que los negocios que incurran en estas prácticas serán sancionados con multas o suspensión temporal de operaciones, conforme establece la ley. Además, exhortó a la población a mantenerse vigilante y a denunciar cualquier indicio de publicidad engañosa o malas prácticas comerciales.
Fuente:
diariolibre.com