Uvas de mesa: cultivo podría liderar exportaciones RD en próximo años

Para octubre de este año, las dos primeras fincas productoras de uvas de mesa de alta calidad del país obtendrán la segunda cosecha de un cultivo incipiente que promete altos rendimientos a los productores agropecuarios que se dediquen a su siembra, al tratarse de una oferta exportadora atractiva para los mercados internacionales.

Solo la finca de Alberto Ramírez, situado en la localidad de Pedro Corto, en San Juan de la Maguana, estima una producción de 20,000 a 25,000 cajas de uvas, sobrepasando por mucho las primeras exportaciones que se realizaron hacia Estados Unidos desde la finca de Arismendy Almonte en Guayubín, Montecristi, en las que se enviaron 2,000 cajas en abril pasado.

En ese sentido, el ministro de Agricultura Limber Cruz aseguró que ya hay identificadas otras 21 zonas potenciales para la siembra de este cultivo, según las investigaciones que se han realizado para fomentar este producto no tradicional en el país.

“En tres años, con Dios por delante, la uva de mesa va a ser, yo diría, la punta de lanza, el sector de mayor ingreso, el mayor productor de divisas en la República Dominicana, si seguimos como vamos”, aseguró el funcionario durante el primer día del vigésimo séptimo Encuentro Nacional de Líderes del Sector Agropecuario.

Principales países exportadores

En el evento –organizado por la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) y dedicado este año a cómo incrementar las exportaciones de cara al 2036–, Cruz resaltó que Perú y Chile son los principales países exportadores de uvas de mesa, y mantienen una productividad que ronda las 2,500 cajas por hectárea.

Cruz resaltó que las condiciones climáticas existentes permitirían que, una vez desarrollado el cultivo, la productividad de las uvas de mesa producidas localmente dupliquen los niveles de productividad de esos exportadores, pudiéndose obtener hasta 5,000 cajas por hectárea.

“Todo eso es producto de la investigación”, remarcó el funcionario durante su alocución, en la que puntualizó las condiciones que se deben mejorar en el sector agropecuario para fortalecer la capacidad exportadora de los productores, siendo, uno de los temas tratados, el fomento de rubros agrícolas no tradicionales que generen mayores ingresos.

La finca de Arismendy Almonte en Guayubín destina 300 tareas a la siembra de uvas de mesa, mientras que la finca de Alberto Ramírez en Pedro Corto ha iniciado con 360 tareas de tierra, extensible hasta las 1,000 solo para este producto.

Cruz planteó a los más de 650 productores que asistieron al evento agropecuario que el sector debe incentivar la producción de otros frutos rojos que tienen una alta demanda en los mercados internacionales como arándanos, moras y frambuesas que, con las uvas, complementan la oferta exportadora.

Veinte productores sembrarán uvas en noviembre

El viceministro de Producción del Ministerio de Agricultura, Eulalio Ramírez, informó a Diario Libre que en noviembre arrancará un plan piloto con 20 productores ya seleccionados de San Juan de la Maguana, a quienes se les dará asistencia para incursionar en la producción de uvas de mesa.

Explicó que las uvas de mesa son un producto que requieren una alta inversión para comenzar –200,000 pesos por tarea–, pero que, una vez en producción, cada tarea puede generarle al productor hasta 350,000 pesos, permitiéndole al agricultor recuperar rápidamente su capital, lo que hace a las uvas frutas de alto rendimiento.

Dijo que las plantaciones pueden durar hasta 12 años y, una vez inicia el período de cosecha, esta se extiende hasta por tres meses.

“La ventaja de nosotros es que aquí podemos producir en épocas que no pueden producir Estados Unidos o Chile por el frío, y podemos aprovechar altos precios en los mercados internacionales”, resaltó.

A esto, agregó que el país destina hasta 50 millones de dólares anualmente a la importación de uvas. “Y si la producimos aquí, nos ahorramos esa inversión en divisas”, enfatizó.

Fruto de la investigación

Alberto Ramírez, quien es rector de la Universidad Federico Henríquez y Carvajal (UFHEC), recordó que la incursión en las uvas de mesa de alta calidad comenzó producto de una investigación para confirmar la viabilidad de este producto.

“El primer resultado fue un ensayo, menos de media hectárea, pero fue una cosa espectacular”, destacó.

Las dos variedades de la plantación que lidera en Pedro Corto están patentizadas, son Timpson y Sweet Celebration, por las cuales se paga una comisión para producirlas en el país.

Su plan es incrementar la superficie sembrada a medida que pueda ir vendiendo el producto, que actualmente solo se está exportando hacia Estados Unidos y distribuyendo en el mercado local.

Fuente:

diariolibre.com

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By Jose Diaz

Soy José Díaz, apasionado por las noticias digitales y siempre en busca de las últimas tendencias e innovaciones en el mundo de la información. Mi interés se centra en analizar y compartir contenido de actualidad, manteniéndome al tanto de lo que sucede en el entorno digital y global.

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