El estrés académico, la ansiedad, y la depresión son los problemas de salud mental más comunes en el entorno educativo, según establecieron orientadoras y psicólogas escolares de escuelas del país. Mientras que las estadísticas mundiales revelan que, uno de cada siete jóvenes de entre 10 y 19 años padece algún tipo de trastorno mental.
Por lo que, cuidar de la salud mental de los niños y adolescentes es vital, y los centros educativos, como uno de los entornos más frecuentados por ellos, deben estar preparados para abordar estas situaciones de forma integral.
“La salud mental es una prioridad, ya que promueve el equilibrio entre el bienestar emocional, psicológico y social, permitiendo que cada integrante de la comunidad educativa pueda sentirse bien, se desarrolle plenamente y de manera saludable en su entorno”, expresó Awilda Carrión, psicóloga escolar y técnico psicopedagoga de las escuelas Fe y Alegría en el país.
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La salud mental, deuda de la modernidad
La especialista en salud mental explicó que existen protocolos y herramientas para determinar si un estudiante presenta situaciones que afecten su desarrollo emocional, entre ellos el Protocolo para la Red de Apoyo del Centro de Apoyo Psicoemocional (Capem) implementado por el Ministerio de Educación desde la pandemia, que busca identificar, referir y hacer seguimiento a las necesidades psicoemocionales de los alumnos.
Las fases
La primera fase de este es la observación, con la que se busca analizar si hay conductas en el estudiantado que generen “alerta”. De acuerdo con Carrión, en ese sentido, los docentes desempeñan un rol esencial. Los maestros son la primera línea de detención, quienes al tener contacto diariamente con los alumnos pueden notar cambios que indiquen un problema.
“Dentro de su rol los docentes deben: detectar señales de alertas, tales como retraimiento social, irritabilidad inusual, desmotivación persistente o dificultades de concentración y ofrecer acompañamiento inmediato”, explicó.
Señaló que en las escuelas de Fe y Alegría combinan este protocolo con políticas propias, con las cuales buscan mostrar a los estudiantes que la escuela es un espacio seguro y es necesario guiarlos en su recuperación psicoafectiva.
Contención emocional y búsqueda de apoyo
Luego de detectado el problema, procede la contención emocional por parte de un docente u orientador capacitado, “consiste en brindar apoyo, acompañamiento y un espacio seguro a los estudiantes para que puedan reconocer, expresar y regular sus emociones de una manera adecuada”, así lo explicó Ana Lucía Alcántara Carrasco, orientadora de la Escuela Estado de Israel, en Santo Domingo Oeste.
Subrayó que lo siguiente es buscar apoyo de un profesional y poner en conocimiento de la familia del afectado la situación.
- “Cuando los padres o tutores no son receptivos frente a la situación emocional de sus hijos, el centro educativo debe activar otras vías de acompañamiento y protección, siempre respetando los protocolos institucionales y legales”, señaló.
Asimismo, indicó que en caso de que un estudiante presente ideas suicidas deben remitirlos a servicios de salud mental especializados, y brindarle apoyo escolar, con seguimiento constante.
Otra parte importante del protocolo es el seguimiento y acompañamiento del alumno afectado, luego de que la situación emocional está en manos de profesionales, el protocolo establece que debe dársele un seguimiento a la conducta del estudiante, e intervención coordinada junto a familiares y docentes, explicó Rossy Guzmán, psicóloga escolar Escuela Estado de Israel.
Aunque las escuelas cuentan con orientadora y psicóloga, sus roles son distintos. Según el Minerd el orientador aborda procesos formativos y preventivos dentro del aula, mientras que el psicólogo se encarga de situaciones clínicas o de mayor profundidad, como trastornos de conducta o problemas emocionales severos. No obstante, en casos requeridos se refieren a especialistas en salud externos.
Programa de Bienestar Estudiantil
El Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie) informó recientemente que incluyó un servicio de Salud Psicológica para niños y adolescentes del sistema público que presentan afectaciones emocionales asociadas a condiciones de salud visual, auditiva, bucal, nutricional o epidemiológica, diagnosticadas previamente.
- El director de la institución Adolfo Pérez indicó que el programa busca brindar apoyo psicológico a esos alumnos que reciben atención en las divisiones de salud del Inabie y que, como consecuencia de sus condiciones físicas, pueden presentar dificultades emocionales.
La iniciativa incluye terapia individual para estudiantes víctimas de bullying o discriminación, acompañamiento emocional y orientación para fortalecer la autoestima, talleres psicoeducativos sobre prevención del acoso escolar, manejo emocional y adaptación escolar, además de orientación a padres, madres y tutores para garantizar un entorno de apoyo.
Fuente:
diariolibre.com