Las órdenes judiciales no evitaron feminicidio en Guerra

A pesar de contar con órdenes de alejamiento y de protección provisional emitidas en años anteriores, Altagracia Mercedes Feliz Reyes, de 33 años, fue asesinada ayer jueves por su expareja, Smaylen Peralta Almonte, en el municipio de Guerra, Santo Domingo Este.

La joven madre salió, como de costumbre, de su trabajo rumbo a casa de su abuela, donde solía almorzar. Nunca llegó. 

En el camino fue interceptada por su excónyuge Smaylen Peralta Almonte, quien la persiguió en una motocicleta hasta acorralarla y dispararle a quemarropa.

Horas antes, según relató su hermana Gisell, el hombre se había presentado en la vivienda de la abuela

Allí comió, descansó e incluso preguntó por otros familiares, a quienes también —según sospecha la familia— pensaba agredir por haber apoyado a Altagracia en su decisión de alejarse de él.

La anciana, sin comprender del todo el trasfondo del conflicto, le permitió quedarse.

Al ver que las horas transcurrían y Altagracia no aparecía, Smaylen decidió salir a buscarla. Fue entonces, tras recorrer varias cuadras desde el lugar donde el transporte la había dejado, que se encontró de frente con su agresor.

Al darse cuenta de la emboscada, la joven corrió, pero fue perseguida y alcanzada. Poco después, cayó mortalmente tras ser herida de bala en la cabeza.

Los parientes describen a Feliz Reyes como una mujer tranquila, trabajadora y dedicada a sus hijos, uno de ellos con condición de autismo. “Mi hermana era sumisa, no hablaba mucho, solo trabajaba y cuidaba de su niño”, expresó con dolor una de sus hermanas.

Altagracia habría dejado a su expareja al ser maltratada constantemente por él, a quienes sus parientes definen como un hombre violento y agresivo.

“él era un hombre que entendía que si no era con él no era con nadie”, dijo la consanguínea de la hoy occisa.

Medidas que no la protegieron

Los registros judiciales muestran que en 2021, la Unidad de Prevención de la Violencia de Género e Intrafamiliar y Sexual emitió una orden de alejamiento recíproca entre ambos, que les prohibía acercarse mutuamente. 

En 2022 también se dictó una orden de protección provisional a favor de Altagracia por amenazas de Smaylen. Pese a esas disposiciones, la violencia escaló hasta este trágico desenlace.

Hoy, la víctima deja en la orfandad a dos hijos, uno de ellos fruto de la relación con su agresor, quien permanece prófugo.

Fuente:

diariolibre.com

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By Jose Diaz

Soy José Díaz, apasionado por las noticias digitales y siempre en busca de las últimas tendencias e innovaciones en el mundo de la información. Mi interés se centra en analizar y compartir contenido de actualidad, manteniéndome al tanto de lo que sucede en el entorno digital y global.

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