El pueblo puertorriqueño, los que viven en la isla y los que están esparcidos en la diáspora, se dieron cita en masa desde tempranas horas de este sábado 19 de julio a la quinta función de la residencia musical de Bad Bunny “No me quiero ir de aquí” en el Coliseo de Puerto Rico.
Cómo parte de su álbum “Debí tirar más fotos”, la esencia tradicional fue rescatada por jóvenes, adultos y envejecientes, en un evento que está en boca de todos.
El artista anunció 30 conciertos en la residencia musical que tiene una casa a tamaño real dentro del Coliseo, dónde han asistido en las primeras funciones figuras de la talla de la estrella de la NBA LeBron James y el ídolo latino Ricky Martin.
Los looks del pueblo
Diario Libre está presente en esta ciudad donde se pudo constatar la alusión a lo tradicional en las vestimentas campesinas, de acuerdo al concepto del álbum que abarca los géneros boricuas de la salsa, la bomba y la plena.
De modo que, con faldas largas a lo jíbaro, blusitas cortas, los colores patrios rojo, azul y blanco y los hombres con el sombrero llamado pava, camisas y pantalones anchos, y hasta machetes de mentira en la cintura, como si trabajaran en la tierra, han sido parte de la creatividad vista entre la gente.
Por supuesto, la bandera representada en la ropa, llevada como capa, pintada, de todas las formas reflejaron los presentes su “orgullo boricua”.
De igual manera, un grupo de artistas callejeros estaban tocando la bomba y la plena y motivaron a la gente a bailar.
- Todo esto ha sido el ambiente antes de la función, que tiene un promedio de duración de casi tres horas y comienza de manera puntual a las 9:00 de la noche.
Keishla y Jennifer, una tía y sobrina puertorriqueñas que asistieron desde Ohio, Estados Unidos, a la quinta función, destacaron que estos conciertos les dan dado orgullo porque “han puesto a Puerto Rico en la boca de todos”.
Mientras que Luis y Elkin, dos adultos mayores con 53 años de casados, y que viven cerca del Coliseo, fueron a ver el ambiente que se vive en las afueras, de las que no pueden estar ajenos.
Aunque no compraron boletas informaron que se sienten contentos de ver un movimiento de gente que no se veía desde hace varios años.
De hecho, en las afueras del Coliseo José Miguel Agrelot se vive la experiencia del álbum “Debí tirar más fotos” de Bad Bunny, dónde diversas marcas presentan sus productos a ritmo de música y dj en vivo que permite pasar un buen rato.
Por lo que, el que no pudo comprar boletas, puede quedarse entretenido entre tragos y música.
La organización turística Discover Puerto Rico informó “que la isla vive un momento increíble”.
La organización estima de forma conservadora que la residencia, como se conoce a esta batería de actuaciones, aportará a Puerto Rico unos 200 millones de dólares durante los aproximadamente tres meses que durará, que coinciden con el verano, normalmente de temporada baja.
Fuente:
diariolibre.com